Meditaciones
sobre el Pantaclo del Martinismo1
Por Kabir
"Dios, el primer principio del universo, está representado por
un círculo
(símbolo de la eternidad)".
El círculo, símbolo de la eternidad, es la curva más
sencilla que reúne laspropiedades de igual curvatura en todos sus
puntos, de simetría geométrica y en general, de imetría
en todos los aspectos que la consideremos, símbolo de justicia y
de equilibrio, sentimos que debe expresar la naturaleza de la Eternidad.
De acuerdo con los nuevos conceptos de la ciencia física, es una
figura finita e infinita al mismo tiempo. No tiene principio ni fin y sus
extremos se confunden.
Dice el Bhagavad Gita en la Estancia IV. Nº 6: "Aunque no tengo
principio ni fin y soy Señor en todas las criaturas, entronizado
en mi naturaleza material, nazco por virtud de mi mágico poder".
La simetría, expresión de Dios, la observamos en muchos hechos
de la Naturaleza, y compenetrándonos de este concepto, seguramente
veremos que en su forma más sutil es está en todos los hechos
de la Natura.
Si en las formas que impresionan nuestros sentidos encontramos una propiedad
repetida, nada más natural que pensar en una Unidad subyacente. El
proceso de encontrar la simetría en todas las cosas, sutilizando
el concepto mismo, lleva implícito un hecho sencillo y grandioso;
y es que en todas las cosas existen propiedades comunes. En otros términos,
cuando encontramos una propiedad en un fenómeno o entidad cualquiera
del Universo, seguramente la misma propiedad existirá en todos los
fenómenos o entidades si es que espiritualizamos suficientemente
el sentido de la propiedad. Respecto a la ley de simetría, agregaremos
que ella no sólo implica un equilibrio, sino que es una expresión
de belleza y, además, de utilidad.
Veamos un ejemplo. Decimos que un vaso debe ser simétrico para ser
útil como tal; en efecto, un vaso común es simétrico,
como sabemos en el sentido ordinario de la palabra.. Ahora bien, alguien
dirá que la utilidad subsiste aunque el vaso pierda su simetría,
agregando que hasta podría hacerse circular de un lado y cuadrado
de otro. Aquí en 1 Al autorizar la publicación del presente
estudio de un Martinista sobre el Pantaclo de la Orden, el Gran Consejo
tiene el placer de hacer notar a los lectores en general, que el autor del
artículo, nuestro Hermano Kabir, es un matemático que ha procurado
APLICAR sus conocimientos profesionales a la MEDITACIÓN DE LA ENSEÑANZA
OCULTA.
El interés de su artículo, la profundidad de ciertos conceptos,
que dan a su lenguaje realmente cabalístico um alcance filosófico
real, debe ser para todos los lectores un estímulo para practicar
ese Arte y esa Ciencia que consiste en meditar sobre los Símbolos
y sobre las Enseñanzas.
El Gran Consejo de la Ord. Mart.
Todos los pasajes en negrita son la obra de Papus (N. de la Redacción).realidad,
se ha perdido la simetría porque la hemos considerado en el sentido
restrictivo, puesto que , si decimos, "un vaso es simétrico
cuando tiene materia de un lado y otro de cierto plano", hemos ampliado
el concepto y mantenido, por tanto, el principio que sustentáramos.
Aún cuando fuéramos cambiando las condiciones de nuestro objeto,
podríamos,en último análisis, recurrir al concepto
más general de simetría diciendo que la existencia de cualquier
cosa, en cualquier plano, lleva implícita la ley de equivalencia
o compensación, que dice que la suma de los valores en un sentido
es igual a la suma de los valores en sentido opuesto. Así llegamos
a una sencilla y, por lo tanto, bella conclusión: una cosa es útil
si ella existe; pero su existencia depende de la ley de simetría.
Es decir, que la simetría es uma condición necesaria de la
utilidad.
Otro ejemplo. Supongamos un hombre deforme. Carece de simetría en
el sentido ordinario de la palabra; pero contemplando a este ser desde un
punto de vista más profundo, podremos pensar, por ejemplo, que esa
deformidad obedece a alguna "Causa". Y entonces se produce el
milagro de este pensamiento de amor, mostrándonos un nuevo sentido
de simetría; la existencia de una causa, por un lado; el efecto o
deformidad del hombre, por otro; y el hombre mismo, producto o centro de
simetría, como síntesis. "La acción de la eternidad,
pasando de la potencia al acto, está simbolizada por la acción
mística del centro a la circunferencia, por el radio proyectado seis
veces alrededor del círculo. De allí el exágono de
los seis períodos de la creación. El punto central forma el
séptimo período (descanso". La acción de la Eternidad,
al pasar del estado de Potencia al de Actitud, podemos expresarla geométricamente
como una expansión desde el centro del círculo a la circunferencia.
Este acto de sacrificio de Dios lleva implícito, en su realización,
uno de los números trascendentales de la ciencia matemática,
el número llamado "pi", que es la relación de la
longitud de la circunferencia al diámetro.
A este número se le denomina, en matemáticas, irracional y
trascendente. La irracionalidad consiste en que no es posible obtenerlo
con el número finito de divisiones de la unidad; y la trascendencia
en no poder retornar a la unidad, partiendo de dicho número, partiendo
de las dos operaciones de suma y resta. Místicamente la irracionalidad
sería el acercamiento a la Meta por el proceso evolutivo, y esto
realizado, equivaldría a diluirse en el Todo, desde que dicho número
nace en la Creación.
En cuanto a la trascendencia, siendo exclusivamente del plano mental lãs
operaciones de suma y resta empleadas, no es posible obtener un resultado
que corresponda al plano divino. Veremos, en otro artículo, la relación
mística entre este número y otro llamado "e", que
juega un papel de igual importancia en la Ciencia. Ahora bien; cada lado
del exágono de la Creación tiene la longitud del radio, lo
que nos sugiere que la duración de un período de la Creación,
es equivalente a la duración de la actitud del Creador; es decir,
vemos en el sentido del tiempo, que la naturaleza de los Creadores es igual
a la del Creador. ¡Maravilloso Ternario del Creador, lo Creado y la
Vida!
Después de la involución desde el centro del círculo
a la circunferencia, tenemos el proceso opuesto de evolución, desde
ésta al centro. Aparece aquí la eterna ley de simetria 15
en una oscilación del centro hacia fuera y recíprocamente,
cuya existencia podemos presentir por analogía.
"Es en estas emanaciones creatrices (eones) donde va a evolucionar
la naturaleza con sus dos corrientes de evolución e involución
(triángulo ascendente y triángulo descendente). Observamos
que la Naturaleza no llega a Dios. Ella no llega más que a las fuerzas
creatrices emanadas de él". Dice el Bhagavad Gita, en la estancia
VIII. Nos. 3 y 4: "Brahma es lo imperecedero y supremo; su naturaleza
particular es denominada Espíritu Supremo; y la emanación
que da origen a todos los seres, tiene por nombre Acción". "Supremo
Ser es mi naturaleza perecedera; Suprema Divinidad es el Principio Creador
masculino, y Yo mismo, encarnado en este cuerpo, soy el Supremo sacrificio,
¡oh tú, el mejor de los mortales!" Estos pasajes nos explican
por que la Naturaleza no llega a Dios, pero si a las fuerzas creatrices
emanadas de Él; entre la Naturaleza manifestada y a causa originaria,
se producen los días y las noches de Brahma.
Recordemos nuevamente el excelso poema citado, en su Estancia VIII. Nos.
17, 18, 19, 20 y 21, donde expresa algo con sencilla claridad: "Aquellos
que saben que el Día de Brahma tiene una duración de mil edades
y que la Noche perdura otras mil; esos son los que conocen el Día
y la Noche". "Al advenimiento del Día, el universo manifestado
surge de lo inmanifestado; y al llegar la Noche, todo se desvanece en aquello
mismo que se llama inmanifestado". "Toda esa multitud de seres
venida repentinamente a la existencia, desaparece al llegar la Noche, hijo
de Pritha, y surge de nuevo, sin voluntad propia, cuando viene el Día".Empero,
por encima de este inmanifestado, hay en verdad otro Ser Inmanifestado,
que es eterno y no cae en la destrucción cuando es destruido todo
lo existente". "Aquello que se designa en el nombre de Inmanifestado
e Imperecedero, es denominado Meta Suprema; quienes llegan a alcanzarla
no retornan jamás. Esta es mi mansión más excelsa".
El triángulo ascendente, de vértice hacia arriba, expresa
la espiritualidad de los seres, así como también da una idea
de que, al elevarnos, somos un estado vibratorio más sutil. Desde
un punto de vista del conocimiento nos dirá que, a medida que ascendemos,
comprendemos los hechos con un menor número de principios. Si consideramos
que el triángulo descendente expresa los mismos valores, pero invertidos,
resultarán las misma reflexiones, pero cambiadas de sentido.
El triángulo equilátero, la expresión poligonal regular
más sencilla es al mismo tiempo, la única indeformable. ¡Qué
perfecta analogía existe entre este hecho y el de que toda verdad,
mientras más sencilla, más firme! Podríamos decir que
una verdad expresada geométricamente como polígono regular,
alcanza su máxima perfección y, por consiguiente, su máxima
belleza, cuando se transforma en triángulo.
La blancura del triángulo ascendente simboliza la espiritualidad,
la marcha hacia la luz; la obscuridad del descendente simboliza el materialismo,
el camino de la sombra.
El enlace de los dos triángulos, que determina un nuevo exágono
semejante al de la Creación, nos sugiere la idea de que los procesos
involutivo y evolutivo son inseparables en todas las manifestaciones del
Universo. Están en equilibrio dinámico y de modo tal, que
cuando el proceso se inclina hacia el lado evolutivo hay progreso, y regreso
cuando ocurre lo contrario; en el primer caso se va descubriendo lo Real,
lo Universal; en el otro se produce el hundimiento en Maya, la aparente
diversidad.
"Además, del centro del universo a Dios mismo, la potencia del
hombre toma nacimiento, enlazando los efectos de la divinidad al fatalismo
de la Naturaleza en su triple Naturaleza, sintetizada, por la unidad del
Libre albedrío, en un cuaternario (la Cruz).Esta Cruz, imagen del
hombre une el centro del universo (alma humana) a Dios mismo".
La Cruz es el símbolo de la oposición de las fuerzas buenas
sobre las malas, del espíritu contra la materia, del activo sobre
el pasivo. Sus dos brazos, infinitos porque alcanzan la circunferencia del
Absoluto, expresan, el vertical, la espiritualidad, el horizontal, el materialismo.
La disposición geométrica de estas dos rectas formando un
ángulo recto, el máximo posible entre ellas, señala
al mismo tiempo la máxima divergência de sus significados,
como era de esperar.
Diremos ahora, considerando la Cruz en general, que si la suponemos como
un sistema de referencia podemos tomar como imaginario el eje vertical,
con unidad i símbolo matemático de la unidad espiritual; y
al eje horizontal como real con unidad 1, símbolo matemático
de la unidad real.
En este sistema multiplicar por "i", es decir, espiritualizar,
equivale a girar la unidad hacia la izquierda en correspondencia con el
corazón; este movimiento engendra la Cruz Swástica sagrada,
el Signo de Fohat.
En cambio, si atribuimos al eje vertical la unidad "j", como símbolo
matemático opuesto a la "i", o sea, a la espiritualidad,
multiplicar por "j" equivale producir un giro hacia la derecha,
en correspondencia con la fuerza, engendrándose la cruz swástica
negra.Finalmente, para completar el ternario, cuando se atribuye a dicho
eje vertical la tercera unidad "k", ya no obtendremos un giro,
sino un descenso vertical, que nos determina el centro de simetría
de los dos giros anteriores, o sea, la indecisión entre la fuerza
blanca y la fuerza negra.
La primera unidad corresponde a la ley circular de armonía; la segunda
a la ley hiperbólica de repulsión, y la tercera a la ley parabólica
en que falta la unión, porque no se cierra, y falta también
la repulsión, puesto que corresponde al caso en que ha desaparecido
o está por nacer la otra rama de la hipérbole.