El
Señor Philippe
El Misticismo En La Corte De Rusia
Por Jean Bricaud
El ministro
del Interior, el devoto Sipiaguine, le dijo al Emperador de ir a implorar
a los santos íconos en Moscú, asegurando que por su intercesión
él podría tener un heredero ; mas los santos permanecieron
sordos a las oraciones imperiales. Nicolás II hizo entonces llamar
a la ciencia de un profesor de natalidad, M. Schenk, de Viena, quien pretendía
conocer un procedimiento para tener niños de sexo diferente a voluntad.
El profesor impuso a la Emperatriz un régimen especial, del cual
estaban excluidas las legumbres y los dulces, y que debía darle,
gracias a eso, un niño. Hélas ! pero fue una niña la
que nació... El Padre Iván de Cronstadt, llamado a la Corte,
permaneció en favor durante algunos meses, pero no fue mas feliz
que M. Schenk. él fue reemplazado por un místico lionés
llamado Nizier Anthelme Philippe Vachod, que se hacía llamar Philippe.
Philippe Nizier Anthelme nació en Loisieux (Savoie), el 25 abril
1849 ; él era hijo de Joseph-Philippe y de Marie Vachod, cultivadores.
Ya era muy conocido Philippe. Jefe de la escuela de Teurgia de Lyón,
magnetizador y curandero célebre, él había tenido,
en muchas oportunidades, mal entendidos con la justicia Lionesa, y él
fue llevado muchas veces delante del tribunal correccional por ejercicio
ilegal de la medicina. Su gabinete de consultación nunca estaba vacío,
y los médicos estaban un poco celosos de este " charlatán"que
les sacaba su clientela!
Yo asistí a su hotel de la calle de la Tete d'Or, - cuya entrada
estaba celosamente custodiada, desde mas de veinte años, por la buena
anciana Felicia - a muchas extrañas sesiones de magnetismo oculto.
Las curaciones operadas por Philippe parecían ser un milagro. Hombre
muy modesto, sin instrucción, él era hijo de simples paisanos
de una pequeña villa de la Savoie. Philippe, tras haber sido ayudante
de carnicería, luego carnicero en la casa de uno de sus tíos
en Lyón, resolvió, a los 22 años - habiendo desarrollado
ciertas facultades ocultas en él - de consagrar su vida a la curación
de los pobres y de los afligidos. Pronto una leyenda se forma alrededor
de su nombre y algunos lo tuvieron por un ser sobrehumano.
Él vivía muy retirado, rodeado de un círculo estrecho
de amigos y de discípulos,
sea en Lyón, sea en los alrededores, en el Arbresle. Los habitantes
de esta coqueta
pequeña villa les mostrarán a lo lejos, bien en lo alto de
una colina, una gran casa
cuya terraza en construcción tenía un cierto aire temible
de construcción
fortificada, y les decían: es allí! M. Philippe está
ausente con frecuencia. él vive
además en un aislamiento huraño, y no se penetra fácilmente
en su refugio. "
A aquellos que, habiéndolo abordado, le interrogaban, preguntándole
quien era él,
de dónde tenía sus poderes extraños y terribles, él
respondía: " Yo ignoro todo de mí mismo. Yo no he jamás
comprendido y no he jamás buscado explicarme mi propio misterio.
Yo tenía 6 años apenas cuando el cura de mi villa se inquietó
de ciertas manifestaciones de las que yo no era consciente. Él me
dijo: " Niño, tú has debido ser mal bautizado, porque
tú pareces ser el hijo del diablo! " " Desde los 13 años,yo
operaba curaciones milagrosas. Yo soy un intermediario inconsciente entre
la humanidad y un poder superior que planea por encima de ella. Los resultados
asombrosos que yo obtengo cada día !, yo los admiro y no los comprendo!
" Y él enseñaba a adquirir la certeza que el hombre que
sabe que no sabe nada comienza solamente a comprender la ciencia ; que aquel
que no posee mas que una moneda y la presta a quien no posee es mas rico
que todos los ricos. Sus facultades de clarividencia y de clariaudiencia,
sus percepciones de las enfermedades a distancia, asombraban siempre, aún
a sus amigos, quienes podían ver frecuentes ejemplos de ello.
Él enseñaba que hay tres tipos de enfermedades: las enfermedades
físicas, las enfermedades astrales y las enfermedades espirituales.
Las enfermedades físicas son del dominio de la medicina alopática
; las enfermedades astrales deben ser curadas por la homeopatía,
el magnetismo y los procedimientos de los antiguos ocultistas ; las enfermedades
espirituales no pueden ser tratadas mas que por la Teurgia y la oración.
El doctor Papus, el célebre ocultista, muerto víctima de la
grande guerra donde él curaba a los heridos con una devoción
incansable, habla en el curso de una de sus conferencias en Rusia, delante
de los mas notables personajes de la aristocracia y de la Corte, del taumaturgo
lionés, de aquel a quien llamaba su " Maestro espiritual ".
Estando ávido de conocer un personaje tal, el Gran Duque Vladimiro
fue a visitarlo a Lyón y le hizo llamar por el Zar a la Corte de
Rusia. Philippe fue allí, en I900. La princesa de Leuchtenberg, mujer
del Gran Duque Nicolás, lo presenta a la Emperatriz.
La Zarina, muy inclinada hacia las doctrinas místicas, se entusiasma
por las teorías de las ciencias ocultas, por el magnetismo, el Espiritismo
y la magia. Philippe vio su renombre agrandarse mas a consecuencia de la
realización de una profecía que él había hecho.
Durante el embarazo de la Zarina, él declara que el niño esperado
por la pareja Imperial sería, esta vez, un heredero. A partir de
este momento, su influencia no cesa de aumentar. él fue colmado de
honores: el Zar le confiere el grado de general de división, con
derecho de llevar el uniforme del grado. Poco a poco, él devino absolutamente
indispensable y honor supremo, él recibió la autorización
de penetrar en los apartamentos del Zar y de la Zarina cuando bien le pareciera,
sin tener que hacerse anunciar. Asombrada que un hombre dotado de poderes
tan extraordinarios no sea poseedor de ningún título oficial,
ni siquiera aquel de doctor en medicina, la Emperatriz le hizo otorgar,
por la Universidad de Moscú, el diploma de doctor. Mas, como el diploma
ruso no confería, a el solo, el derecho, de ejercer la medicina en
Francia, ella rogó al embajador de Francia en Petrogrado de hacer
gestiones para que un diploma equivalente sea emitido a su protegido por
el gobierno francés. El embajador de Francia respondió que
aquello era una cosa imposible, ningún diploma había sido
dado honoris causa.
La Zarina no fue convencida. Aprovechando de su viaje en Francia - donde
los soberanos rusos iban a Compiegue - ella pide una noche, luego de una
cena de gala, para Waldeck-Rousseau, entonces presidente del Consejo de
los ministros, si no le sería posible de hacer librar un diploma
de doctor en medicina al " erudito" Philippe. Waldeck que un instante
sin habla: él no se esperaba un pedido semejante ! él tuvo
que explicar a la Zarina que no estaba en su poder otorgar el favor que
ella le pedía, el diploma de doctor en medicina no se obtenía,
en Francia, mas que tras haber hecho estudios especiales y pasado con éxito
difíciles exámenes. - Puede ser, dijo la Zarina, M. El Presidente
de la República podría? Waldeck-Rousseau hizo saber entonces
a la Emperatriz que, en este orden de ideas, M. Loubet mismo no podía
absolutamente nada ! Solo, un comité de grandes médicos podía,
luego de un examen, conferir el título de doctor en medicina. - M.
Philippe es ciertamente un muy gran médico,replica la Zarina ! y
ella deja a Waldeck, bastante despistado...
El favor de Philippe fue un instante eclipsado a consecuencia de una campaña
encarnecida llevada contra él por los partidarios adelantados de
la oposición y por el diario Osvobojdewe: " El hecho es innegable,
podía leerse en este diario: Nicolás, para las cosas concernientes
a su familia como para aquellas concernientes a la política extranjera
y la administración interior, no toma ninguna decisión sin
haber, previamente, consultado al señor Philippe ! Que pensar de
un régimen confiando sin control los destinos de la Rusia al primer
charlatán aparecido ¡ " Philippe pagaba su celebridad.
Informes secretos eran dirigidos contra él a Nicolás II, sea
de Rusia, sea de Francia. El jefe de la policía rusa en Paris, Ratchkowski,
estaba particularmente determinado a esta tarea. Él había
enviado a Nicolás II un informe muy acusatorio contra Philippe. El
policía lo acusaba nada menos que de secuestro, de abuso de confianza,
etc... Desde la recepción del informe, el Emperador había
hecho llamar a Philippe y le había pedido de tomar conocimiento de
las piezas que estaban contenidas. La cosa hecha, Philippe había
levantado los hombros y respondió: "Señor, si Vuestra
Majestad tiene la menor duda, yo tomo el informe, lo pongo entre las manos
de la justicia y pido la prueba de todo lo que se encuentra contenido. "
El Zar, siempre fluctuante, le respondió sonriendo: " Sí
! esto es una inmundicia ! Si yo hubiera creído una palabra, yo no
te lo habría mostrado ! " Frente a estos ataques reiterados,
Philippe juzga sin embargo prudente de regresar a Francia. Él regresó
colmado de regalos, mas siempre perseguido por el odio del policía
ruso.
Él permanece en Lyón de 1901 a 1902, manteniéndose
en relación con el Zar y los personajes de la Corte, con los cuales
él intercambiaba una correspondencia seguida. Cada día su
correo le traía las súplicas de príncipes enfermos,
de grandes personajes en peligro. Philippe curaba a distancia, daba consejos
a los unos y a los otros.
Pronto, cartas y telegramas cifrados no fueron suficientes, Philippe, sobre
las instancias reiteradas del Gran Duque Nicolás y de su mujer, venida
a Lyón para hacer operar a su hijo, consintió en retornar
a Rusia. En 1903, nosotros lo reencontramos en Livadia, en Crimea, cerca
del Zar. Es allí que él terminará de iniciar a la Emperatriz
en las prácticas del Espiritismo trascendental.
Desde este día, se puede decir que la Zarina Alexandra Feodorovna
no tomó jamás, en el curso de su existencia Imperial, una
decisión de alguna importancia sin haber, previamente, consultado
los espíritus. El Zar asistía a veces a las evocaciones ;
y él terminó por dedicarse, él también, a las
experiencias espíritas. Consultado sobre cuestiones de política
interior y exterior, Philippe asistía frecuentemente a las reuniones
del Emperador y de sus ministros. Él fue, se dice, el inspirador
del noble proyecto del Zar tendiente de instalar entre los hombres el reino
de la paz universal por el desarme general.
Secundado por el rey de Dinamarca y por los Grandes Duques, Philippe introdujo
en la Corte el movimiento martinista y ocultista.
Una Logia martinista secreta fue fundada en el palacio Imperial, Nicolás
II era el venerable. Los S... I. (superiores incógnitos) eran reclutados
entre los Grandes Duques y los consejeros del Imperio. Las sesiones de evocación
eran muy frecuentes. Philippe las dirigía.
Uno de los espíritus con mayor frecuencia evocado por el Emperador
era aquel de su padre, Alejandro III. Se conocía el culto con el
que Nicolás II rodeaba la memoria de su padre. Sin embargo, en el
curso de las sesiones de evocaciones, el Espíritu de Alejandro III
hacía frecuentemente prometer a su hijo de mantener intacta la alianza
franco-rusa. Nicolás II prometía ; y esto no contribuía
poco, por lo tanto, a mantenerlo fuera de las influencias germanófilas
aumentaban más y más en la Corte de Rusia.
Al momento de la guerra ruso-japonesa, Philippe fue tenido al corriente
de diferentes proyectos rusos contra el Japón. Estos proyectos no
habiendo tenido éxito, los adversarios que él tenía
en la Corte (y ellos eran numerosos) impulsaron contra él una campaña
muy activa cerca del Zar, llegando a acusarlo de haber divulgado al gobierno
japonés los proyectos del gobierno ruso. Comoquiera que sea, se terminó
por encontrarlo algo molesto. En razón de su influencia sobre el
Zar, Philippe se había convertido para los gobiernos una personalidad
inquietante, un hombre a vigilar y a alejar si es posible. Todo fue puesto
en obra para esto, si bien que Nicolás II fue constreñido
a pedir a M. de Montebello, nuestro embajador, de obtener el retorno del
taumaturgo lionés, considerado de ahora en más como peligroso
!
Algunos días después, un despacho del "Eclair" del
25 noviembre, viniendo de San Petersburgo, anunciaba que M. Philippe, quien,
por sus sesiones de espiritismo, había tomado un tan grande ascendiente
sobre el Zar, había debido retirarse de la Corte. Esto es sobre todo
gracias a los consejos urgentes del médico de la Emperatriz que la
expulsión del ocultista había sido firmada. Este médico
ha mostrado, en efecto, " que las prácticas espíritas
eran completamente perjudiciales a la salud de la Emperatriz ".
Es inexacto que un decreto de expulsión haya sido tomado contra Philippe
por el ministro de la justicia ruso. La verdad es que la Zarina, ante las
provocaciones del poderoso partido que se había formado contra ella,
en razón del favor Imperial acordado al taumaturgo, había
estado obligada a ceder y alejarse de su favorito. De regreso en Lyón,
Philippe permanece sin embargo en relaciones seguidas con la Corte, intercambiando
correspondencia, sobre todo con la Emperatriz, quien le hizo dar, en recompensa
de los cuidados que él les había dado, de un soberbio automóvil.
En 1904, habiendo perdido a su hija de 26 años y casada con el doctor
L..., él concibió una tristeza tal, que él resolvió
cesar sus consultas, vendió una parte de su fortuna mobiliaria y
se retira al Arbresle, pequeña ciudad de los alrededores de Lyón.
Es allí que él murió el 2 agosto 1905. Su cuerpo, llevado
a Lyón el 5 agosto, fue inhumado en el cementerio de Loyasse, en
medio de una afluencia enorme de admiradores y de discípulos.
* * *
Tras la partida de Philippe de la Corte de Rusia, Nicolás II, sobre
los consejos del ministro Plehve, se fue al convento de Saravo a orar sobre
la tumba de el eremita Serafín, quien había gozado, estando
vivo, de una grande reputación de santidad. Luego del viaje de Saravo,
el misticismo de Nicolás II tomó proporciones inquietantes.
Nunca jamás la Corte había, estado abierta a los sacerdotes,
monjes, mendigantes de todo tipo.
Entre aquellos que jugaron un cierto role, yo citaré a Mitia Koliaba
y Heliodoro. Mitia Koliaba, del célebre convento de Optina-Poustyne,
en el distrito de Kozelsk, era mudo y no emitía más que sonidos
que semejaban a un mugido. Otro monje del mismo convento, Elpifidor, pretendía
comprender los sonidos que emitía Mitia-Koliaba e interpretarlos.
Un ayuda de campo del Emperador, el Príncipe Obolenski, que poseía
propiedades en el distrito de Kozelsk, y que se interesaba mucho en las
cuestiones místicas, alaba a Nicolás II los méritos
de Mitia Koliaba. El obispo Théophane y la Gran Duquesa Militza Nicolaievna
lo impulsaron un día a Zarkoié-Sélo, en compañía
de Elpifidor, y los presentaron al Emperador.
Ellos permanecieron algún tiempo en la Corte ; luego que ellos fueron
reenviados a su convento al mismo tiempo, un sacerdote, Heliodoro, de su
verdadero nombre Serge Trouvanoff - quien había ocupado una brillante
situación en la Academia de Altos Estudios eclesiásticos,
pasó por hacer milagros espectaculares. A consecuencia de disputas
con el Santo Sínodo, por haber publicado un catecismo en el que las
doctrinas eran un poco heterodoxas, él había sido excluido
de La Iglesia rusa. Él había entonces fundado en Tzaritzine
una secta religiosa cuyos adeptos eran conocidos bajo el nombre de Héliodorovtzy.
Su reputación de " santo hombre " le hizo, en un momento
dado, llegar a la Corte donde él tuvo, por un tiempo, una influencia
considerable. Amigo de Philippe con el cual él se había dedicado
a las experiencias espíritas en presencia de la Emperatriz, Heliodoro
estaba enteramente dedicado a la causa franco-rusa. Mas desde hacía
algún tiempo ya, influencias contrarias, intrigas, se ejercían
contra él ; y él pronto iba a ser obligado a retirarse, eclipsado
por un nuevo " santo hombre" que venía de aparecer, apoyado
por el partido germanófilo ruso ; suerte de falso iluminado que debía
más tarde hacer el juego de la Alemania y devenir el verdadero maestro
oculto de la Rusia. Yo lo llamo Rasputín.
El rol nefasto que él ha jugado en la vida política rusa y
en los eventos que impulsaron la caída del Imperio, hacen, yo creo,
necesario detenerse largamente sobre este personaje.