1.
Oigo que es usted masón. Se hablan sobre ellos cosas tan diversas
que me agradaría tener informes fidedignos; pero usted, seguramente,
no estará autorizado para darme las aclaraciones necesarias.
2.
Al contrario, pregúnteme.
1.
Me sorprende. Tenía entendido que los masones estaban obligados a
la más severa discreción.
2.
Eso se refiere únicamente a las formalidades de ritual, que se observan
en nuestras reuniones, y a los asuntos de índole interna de la Asociación
1.
Entonces le ruego me responda a algunas preguntas. ¿Qué fines
persigue la masonería?.
2.
Trabajamos por el ennoblecimiento de la Humanidad y queremos contribuir
a que la verdadera moral se extienda cada vez más por el mundo.
1.
Dice usted que la Asociación " trabaja ". ¿Qué
clase de trabajo es éste?.
2.
En primer lugar se trata del estímulo continuo para el propio ennoblecimiento,
mediante el propio examen de conciencia; después influenciando en
este sentido a los demás, sean o no miembros de la masonería,
y por último fomentando cualquier obra o ideal, moral y bien intencionada,
tanto en el terreno práctico como en el teórico.
1. Según el criterio masónico, ¿Dónde se encuentra
los fundamentos de la verdadera moral?.
2. En nuestra propia conciencia, donde una voz nos aconseja y previene,
y en los fundamentos éticos de la cultura de la Humanidad, que tienen
expresión perfecta en la moral de Cristo.
1.
¿Entonces forman ustedes una Asociación cristiana?.
2.
Ciertamente, pero solo en lo que se refiere a la ética.
1.
Frente a los fundamentos del cristianismo, ¿Qué posición
sostienen ustedes?.
2.
Las premisas de la Orden son la fe en Dios y en la inmortalidad del alma.
La forma de desarrollar estos conceptos, así como la idea con que
se los representen en la imaginación, queda al arbitrio de cada miembro
de la Orden. Dios es, desde luego, para nosotros el portador o representante
del orden moral del mundo.
1.
Estas ideas no son exclusivas del cristianismo, y, sin embargo, he oído
que sólo admiten ustedes cristianos.
2.
Esto sólo se refiere a determinadas logias. Las demás tienen
abiertas sus puertas igualmente para los que no profesan la fe cristiana.
1.
Si sostienen ustedes este criterio fundamental. ¿Cuál es la
causa de que en determinadas logias sólo se admitan cristianos?.
2.
Porque creen en la necesidad de ser cristianos para desarrollar nuestras
ideas morales, que tienen sus raíces en el cristianismo.
1.
¿Sus raíces en el cristianismo? ¿Es ésta la
opinión de sustentan también las demás logias?.
2.
Ciertamente. Sin el cristianismo no hubiera podido producirse la masonería,
que después de larga prehistoria, se organiza en la forma actual
en siglo XVII en Inglaterra.
1.
No obstante, los católicos les consideran como enemigos.
2.
Eso es injusto. Somos, por el contrario, amigos de la verdadera religiosidad.
1.
Entonces, ¿Por qué afirman los católicos lo contrario?.
2.
La Iglesia católica teme que nuestra Asociación, fundada en
el verdadero espíritu de tolerancia, quebrante su influencia.
1.
Acaso en la Suprema Dirección de su Orden haya otros propósitos
secretos y mal intencionados.
2.
Esta suprema Dirección no existe. No hay más que asociaciones
de logias dentro de cada Estado. Relaciones internacionales sólo
se establecen entre las asociaciones de logias de cada país a manera
de las relaciones diplomáticas mantenidas entre potencias políticas
iguales, y para regular Asambleas o Congresos.
1.
¿No aspiran ustedes también a la fraternidad universal en
el sentido político?.
2.
Somos patriotas fieles y consideramos que, aun en interés de la Humanidad
misma, no es deseable la desaparición total de las diferencias nacionales;
quisiéramos, no obstante contribuir a suavizar las diferencias políticas.
La política por sí sola no nos interesa.
1.
No obstante, se oye que en Francia y España las logias se ocupan
de política.
2.
Esto está expresamente prohibido desde los más antiguos reglamentos
masónicos.
1.
¿Es para ustedes esencial el patriotismo?.
2.
Naturalmente. Gentes sin patria no tienen cabida en nuestros talleres.
1.
¿Qué otras cualidades consideran ustedes necesarias para la
admisión?.
2.
Quien pretenda ingresar ha de ser hombre honrado y de buenas costumbres,
debe reunir la cultura y preparación espiritual necesaria, para saber
desarrollar las sugestiones que reciba en las logias, y disponer de algunos
medios económico, pues su pertenencia a la masonería representa
algún sacrificio pecuniario (de 60 a 200 pesetas anuales aproximadamente).
1.
¿ Entonces no es la masonería una Asociación humana
- esta expresión la he oído - en el sentido de poder abarcar
todo el mundo?.
2.
En este sentido, desde luego no. Queremos ser apóstoles del humanismo,
y extender las enseñanzas que recibimos en nuestras logias para que
el mundo se sature de nuestras ideas.
1.
Estas ideas, según veo, son ya bien conocidas por todos, Las iglesias
y otras asociaciones las mantienen como normas esenciales. Para esto solo
me parece que la masonería no sería muy necesaria.
2.
En parte tiene usted razón, aunque nuestras enseñanzas tienen
algo característico que no llega a expresarse siempre en las iglesias
y otras asociaciones. Por ejemplo, el criterio de que el hombre no es malo
en el fondo de su ser, sino bueno, y la insistencia sobre la influencia
de un hombre sobre otro. Coincidimos en un concepto hondamente moral de
la vida, que de ningún modo está influenciado por dogmas rígidos,
y ello justifica, ahora como antes, la existencia de la Asociación,
y seguirá haciéndola necesaria en su singular característica
hasta que los ideales que nos mueven se hayan convertido en realidad.
1.
¿Por qué mantienen ustedes en nuestros tiempos sus secretos,
aunque sólo sean los que se refieren al ritual o las cuestiones de
orden interno?. Supongo que no será por temor a los ultramontanos,
sobre todo en aquellos países en que el catolicismo está en
franca minoría.
2.
El secreto une fuertemente a los hombres. El espíritu cordial de
nuestras reuniones se eleva con esto, y en ello vemos un mutuo estímulo,
como no existiría probablemente otra más fuerte. Además
sólo quien se ocupe largo tiempo e intensamente de su estudio estará
capacitado para comprender el sentido y la relación del ritual con
nuestros valiosos símbolos, que tanta influencia ejerce sobre el
Espíritu. Para ello el secreto es indispensable. Por lo que se refiere
a cuestiones de orden interno o íntimo tampoco es usual que se exterioricen
sobre ellas los miembros de otras asociaciones, por ejemplo, la familia.
1.
Habláis de la cordialidad de las relaciones, ponéis como comparación
la familia, frecuentemente se oye que ustedes se llaman hermanos entre sí.
Sin embargo, hay masones que en sus relaciones con otros no hacen el menor
distingo, ni se comportan como familiares, ni siquiera como amigos sinceros
y fieles.
2.
Amigos solo somos en el sentido de la coincidencia de anhelos para lograr
el mismo fin con medios honrados, en el sentido de la estimación
mutua que se dispensan los hombres honestos, que luchan a favor del noble
humanitarismo, en el sentido de confianza y predisposición para ayudarnos
y aconsejarnos unos a otros con todas las fuerzas al servicio de la moral.
Sólo así ha de interpretarse la denominación de hermanos
que frecuentemente empleamos. Hermanos somos porque nuestras relaciones
se fundan en el más puro humanitarismo, porque nos reúne un
limpio amor a la Humanidad, aquel amor que debe ligar a todos los hombres,
y porque nos sentimos unidos en el deseo de fomentar con la mayor energía
este amor entre nosotros y para con los demás. Una relación
personal más estrecha sólo puede conseguirse con trato más
dilatado, y dificilmente se conseguirá nunca entra la totalidad de
miembros de una logia. Para ello sería precisa la coincidencia en
algunas otras cuestiones, que poco a nada interesa a la masonería.
1.
Puede ser, pero yo conozco masones que no parecen revelar las características
de humanismo que vos describís.
2.
Siempre seremos hombres con debilidades humanas. Estamos constantemente
amenazados y tentados por enemigos externos e internos de nuestros anhelos
morales. Por esto sometemos a examen a los solicitantes antes de ser admitidos,
pero ¿Quién es capaz de leer el corazón humano?. Suficiente
es que los pensamientos viles sean entre nosotros la excepción, si
los anhelos humanitarios son fácilmente perceptibles en la mayoría,
y si las logias son lugares de educación de los sentimientos en un
sentido moral y trabajan por la desaparición de todas las injusticias
sociales.
1.
Si le he entendido bien, la masonería es una Asociación que
no puede considerarse secreta, pero que trabaja con usos y formalidades
sobre las que mantienen la mayor reserva, y cuya finalidad es el desarrollo
moral de los asociados y de la Humanidad en general.
2.
Esto es, en realidad, lo más importante. Nuestra misión es
luchar contra todo lo bajo y ruin, romper lanzas contra el error, en nuestro
propio pensamiento y en el de las personas que nos rodean. Contribuir a
que las relaciones humanas sean expresión del verdadero humanitarismo,
haciendo que cada cual se esfuerce en formarse teniendo esta idea como norma
e influenciando al mismo tiempo a los demás en este sentido, por
medio del ejemplo, de la enseñanza y las costumbres. Dentro de nuestro
círculo interior los medios especiales para nosotros son las instrucciones,
el ritual y la estrecha relación personal de unos asociados con otros.
1.
Esto, ciertamente, es grande y bello. Acaso me decida a ingresar en la Asociación.
2.
Ello me proporcionaría una sincera alegría; sin embargo me
está vedado insistir para lograrlo. Una última advertencia
quisiera hacerle para este caso; acérquese lleno de esperanzas a
la idea, pero no espere demasiado de sus representantes. Ello le ahorrará
seguramente desilusiones.