Un servidor


En primer término, es necesario entender que nos referimos a un servidor espiritual, porque todo ser humano sirve y desde ese punto de vista es un servidor. Sin embargo, llegar a tener plena consciencia del servicio que está haciendo y a quién se está sirviendo es lo que hace la diferencia, además de comprender el servicio como expresión del alma.

Entenderemos por servidores a aquellos seres humanos que vienen con una misión de servicio, que traen un mensaje, una dispensa. Es decir, vienen a enseñar una nueva forma de vivir a la humanidad. Los servidores sienten un gran impulso de entregar lo mejor de sí a los demás para lo cual buscan constantemente la perfección para ir cumpliendo su misión en la tierra. Un servidor no busca recompensa alguna, sino que goza por el solo hecho de servir desinteresadamente con altruismo.

La complejidad que ha alcanzado la actual sociedad, la diversidad a la cual ha llegado, hace necesario que los servidores también lo sean. Es así que existen de todas las variadas gamas de profesiones, ideologías, creencias, etc. Los Servidores Mundiales consideran que las organizaciones o naciones a que pertenecen son sólo formas transitorias para servir ya sea en un grupo social, en una institución, o en cualquier otra circunstancia.

Para poder llegar a tan variada gama de seres humanos es necesario que haya servidores en el campo, en la ciudad, entre las dueñas de casa, entre los intelectuales, entre los místicos, entre los religiosos. etc. Así el servicio de entregar un mensaje o una nueva forma de vida se hace comprensible por todos sin dificultades.

Se hace difícil la comunicación en la actualidad porque ésta es muy superficial y en general se ha especializado.

Un científico es poco probable que se entienda con un místico o con una dueña de casa debido a que usan un lenguaje diferente y esta es una fuerte barrera. Sin embargo, el servidor tiene un lenguaje universal que llega a todos.

Es un lenguaje de alma a alma, buscando lo esencial de cada ser humano, sus necesidades fundamentales. Para entenderlo no se necesita de palabras difíciles ni sencillas, sólo se debe sentir en lo más profundo de nuestro ser; es una experiencia íntima que se puede compartir con quien también ha descubierto este lenguaje.

En este momento caen las barreras de la incomunicación, ya no importa que una persona tenga los títulos mas pomposos o que sea un analfabeto, cuando se aprende el lenguaje del alma todo es posible, la comunicación es segura y la comprensión de lo esencial de la vida se hace más fácil.

Esta es la gran diferencia de un servidor que, por muy modesto que parezca en apariencia, lleva consigo "el lenguaje del alma", la expresión más pura a la que pueda aspirar un ser humano. Esta es la gran clave para entender a un servidor o para transformarse en uno de ellos.

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