La creación es el mayor misterio al que el ser humano esta llamado
a descifrar, porque si bien es cierto forma parte integrante de esta manifestación,
según la Cábala tiene la posibilidad de superarla, ya que
su origen proviene de aquel o aquello que se mantiene tras el velo de la
existencia. De hecho el ser humano es el único ser que pertenece
a esta creación y al mismo tiempo, su componente espiritual existía
antes de la manifestación de esta, es decir la preexiste.
Por ello puede llegar mas lejos que nadie en su camino de evolución,
El espíritu humano es revestido de un cuerpo material para que a
través de su acción en el mundo tridimensional pueda llevarse
a cabo la labor de evolución de la manifestación completa
y volver a su origen. La divinidad después de haber involucionado
hasta llegar a sus criaturas mas densas, evoluciona a través del
espíritu humano. No obstante, los vehículos de que se reviste
el humano forman un ego que lo ata a lo material, dificultando este proceso.
Dios, aquello que esta mas allá de nuestra comprensión, decide
hacer una creación, y difícilmente podremos determinar porque
tomó esta decisión, simplemente debemos aceptar esta realidad,
y aunque se pueda especular mucho al respecto, la tradición cabalista
reconoce que es imposible llegar a este ultimo conocimiento. Se acepta que
eso esta vedado a nuestra realidad, tratar de explorarlo es lo mismo que
intentar conocer a Dios en su esencia. El ser humano mas bien puede conocer
todos los secretos de la obra de Él, es decir, su creación
pero ir mas allá esta fuera de sus posibilidades: en todo caso esto
ya es una tarea magnifica y propia de Dioses.
Pues bien, aceptamos que Dios decide crear una manifestación y he
aquí su gran y maravilloso misterio. Él crea, con lo que otorga
una parte de sí mismo a esta manifestación, por formarse,
pero al mismo tiempo se mantiene incólume, e inalterable, crea, pero
no se involucra en esta creación, Dios esta en la creación,
pero la creación no es Dios. Pero, ¿Cómo realiza este
prodigio?. La Cábala plantea que desde su realidad ( la única
y verdadera), llamada la existencia negativa, trasciende a una nueva realidad
ficticia llamada La Existencia o Existencia Positiva, en la cual se concibe
y conforma la manifestación. Dios, en esencia, se mantiene aislado
de esta creación, a través de tres velos, llamados por la
Cábala: EIN, EIN SOPH y EIN SOPH AUR (Negatividad o ilimitado y la
Luz ilimitada; respectivamente). Estos tres velos permiten que Dios se exprese
en la creación, y al mismo tiempo se mantiene incólume y aparte
de ella. Los tres velos, son denominados como Pargot o "Cortina Cósmica"
y a partir de ella la creación comienza a manifestarse.
La divinidad proyecta a través de estos tres velos una parte de su
realidad y la plasma en el primer estado de manifestación o existencia
positiva, que es conocida como "CORONA" (Kether). A partir de
este punto toda la Existencia positiva, se expresa instantáneamente
y la Cábala la ordena en diez emanaciones llamadas Esferas, siendo
la primera, la ya mencionada "CORONA".
Si bien es cierto, las enseñanzas de la Cábala ha establecido
un orden de relación y jerarquía de estas diez esferas, esto
no es nada mas que para fines didácticos y de comprensión,
ya que nuestra capacidad de intelectualizar este conocimiento es limitado.
Las esferas surgen en forma instantánea, en otras palabras en el
mismo momento, por lo que no existe ninguna superior o por encima de la
otra, todas son emanaciones divinas de igual magnitud e importancia. La
única diferencia es que se manifiestan en diversa forma. Pero para
fines didácticos de la enseñanza de la Cábala se ha
establecido un orden, una jerarquía que determina de esta manera
las relaciones de las esferas en distintas estructuras de estudio, de las
cuales la más universal y conocida es, sin duda, "EL ARBOL DE
LA VIDA"
NO PODRAS VER MI ROSTRO SIN MORIR
Exodo 33:20
Kether, la Corona esta colocada a la Cabeza del pilar del Medio, y más
halla de ÉL, hacia atrás, están los velos negativos
de la Existencia.
Es el primer manifiesto, representa la cristalización primaria de
la manifestación, de aquello que antes era inmanifiesto, y por lo
tanto, incognoscible para nosotros, de cualidades diferentes.
Respecto a la raíz de la que surge la Corona, no sabemos nada, pero
si podemos saber algo con respecto a la Corona misma.
En la Corona no hay forma, sino ser puro, podríamos decir que es
una latencia solo un grado mas acá de la no existencia. Estos conceptos
tienen que ser necesariamente vagos y no estamos capacitados para darle
la nitidez que debieran tener, pero es suficiente que reconozcamos grados
de devenir, y que la cruda diferenciación y el Ser y no ser, no representan
los hechos.
Con la existencia manifestada aparecen los pares de opuestos, pero en la
Corona misma, no hay semejante división, manifestándose recién
cuando se produce la emanación de Chokmah y Binah.
La Corona Kether, es la cúspide de la creación y por lo tanto
es el pináculo del conocimiento del Ser humano y más allá
de ella se encuentra lo incongnosible.
La Corona es lo más denso del sistemas de vidas superiores que la
mente humana no puede siquiera atisbar. Acercarnos a ella y dar conformidad
a los anhelos de entendimiento del estudiante es una empresa de Dioses.
Sin embargo, los estados alterados de consciencia posibilitan una tenue
aproximación.
Lo que es necesario tener en cuanta, es que Dios Manifestado (La Corona,
Kether) tiene otra clase de vida, absolutamente desconocida para el ser
humano, que los cabalistas llaman la Existencia Negativa.
Vale decir, la existencia negativa es la Causa y Razón primera que
tiene Dios manifestado para realizar su Creación y El mismo ha considerado
necesario y bueno velar sus orígenes, sus razones y sus causas.
Aunque indirectamente se deja entrever en todas las escuelas iniciáticas
de Oriente y de Occidente, de ayer, de hoy y de mañana, que los triples
velos de la Existencia negativa pueden ser develados en su propia obra.
Por lo tanto, en la Corona no hay forma, sino que ser puro, no hay pares
de opuestos, no existe aquí ni el bien ni el mal, dualidad producida
por la limitación de las formas.
La Corona representa "EL SUPREMO CREADOR" que existía antes
de que hubiera ningún reflejo de sí mismo. No existe aquí
ni dioses, ni demonios. Por tanto, Dios esta sobre el bien y el mal, y cualquier
otra polaridad. Estas aparecen por el desequilibrio de las formas,
Cuando hablamos de Kether (La Corona) debemos recordar que no queremos significar
una persona, sino un estado de existencia muy incomprensible aun para los
seres humanos.
No podemos definir a Kether; solo podemos referirnos a su existencia.
LOS CUATRO MUNDOS
Hasta ahora hemos considerado a Kether en Atziluth, esto es, en su esencia
primaria; ahora, en cambio, debemos considerar a Kether tal como aparece
en los otros tres reinos que determinan los cabalistas.
Los cuatro mundos son cuatro niveles, de manifestación en base a
los cuales esta construida la creación: El primero de ellos es el
Plano Divino o también llamado Atziluth (Espíritu Puro). Posteriormente
viene el Plano de la Creación o Briah, le sigue en tercer termino,
el Plano de la Formación o Yetzirah y finalmente termina el Plano
de la materia o Assiah.
Estos cuatro mundos se pueden relacionar de diversas formas con el Arbol
de la Vida, pero básicamente podemos encontrar dos criterios de relación:
1.- Cada mundo involucra un árbol de la vida completo, por lo tanto,
cada esfera posee cuatro aspectos, de acuerdo a estos cuatro planos
2.- El árbol de la vida se puede dividir en los cuatro mundos o planos.
ATZITUH: Mundo Arquetípico, Mundo divino o Mundo de las Emanaciones.
Este mundo corresponde al plano divino, en el que Dios mismo plasma su esencia
en las diez emanaciones (esferas).
Por esta razón Dios tiene un nombre distinto en cada una de ellas.
En este nivel la creación es esencialmente divina, y por ello esta
libre de toda mácula y es una sola. No existe en este nivel arquetípico
la dualidad, y aunque es difícil comprenderlo, Dios es uno solo y
completo, pero se puede reflejar en estos diez estados de manifestación
divina. En este plano superior de los arquetipos se encuentra reflejado
el ADAM KADMON, el ser humano superior y divino.
A l respecto Leo Schaya expresa: "Ahora bien, la imagen de Dios, por
excelencia es el hombre, cuyo único ser integral incluye todas las
realidades cósmicas y sus arquetipos increados.
No hay otra criatura que, exprese la totalidad de los Sephiroth tan sintéticamente
y al mismo tiempo tan explícitamente como el hombre".
Según la tradición cabalística el ser humano "celestial"
preexistía a la creación formal del Universo en todas sus
dimensiones. Este Adam Kadmon u "Hombre Celestial" esta directamente
relacionado con esta expresión divina a través de las esferas
atzilúticas. Y es misión del ser humano conocer la creación
para nuevamente trascender a esta existencia una con Dios mismo.
Este mundo de las emanaciones o arquetípica esta relacionado con
la chispa divina que posee cada ser humano, y que se mantiene incólume
e inalterable en el Alma de Dios mismo. Los cabalistas llaman a esta esencia
Chaia y difícilmente podremos tomar consciencia de ella mientras
tengamos esta forma humana, ya que ella se mantiene inalterable en el mundo
Atziluth y no se involucra ni se contamina con los otros mundos de manifestación
en donde existe dualidad o multidiversidad. A pesar de esto esta "chispa
Divina o monada" permite la expresión de las otras formas de
manifestación del ser humano. Esta esencia divina se llama YECHIDAH
según Rabbi Azariel.
BRIAH: Mundo Arcangélico o Mundo de la Creación.
El mundo de la "Creación" es aquel que esta encargado,
por decirlo así, de realizar la creación propiamente tal.
En este mundo se delegan las facultades correspondientes por parte del mundo
divino o de Atziluth, para que se comience a desarrollar la creación
como algo aparentemente aparte o distinto de Dios o la Divinidad. El mundo
Arquetípico no debe realizar este trabajo, ya que si lo hiciera dejaría
de ser divino, se alejaría de la unidad superior, y arquetípica,
para comenzar a dar origen de la manifestación divina pero fuera
del seno de su total esplendor.
Es interesante observar que si bien es cierto, Atziluth no puede mezclarse
con la creación de una manifestación, porque de esta manera
perdería su condición de sublime, divino y arquetípico,
también es verdad que este nuevo mundo esta subordinado al arquetípico
o divino, ya que este ultimo es el directo progenitor, aunque en verdad
y en rigor, todos los mundos derivan de un solo origen, y es solo una expresión
jerárquica de esta fuerza o luz divina.
Si consideramos a este segundo mundo desde el punto de vista de un árbol
de la vida completo, tenemos que a cada esfera le corresponde una INTELIGENCIA,
la cual ha sido delegada por la divinidad misma para producir y guiar las
fuerza de la creación y para que finalmente se produzca como debe
ser, planificada y orientada por la divinidad misma.
La concepción de estas inteligencias individuales como cuerpo completo
según el árbol de la vida, constituyen "El Demiurgo",
es decir "El Creador" propiamente tal, aquella energía
inteligente se agrupa, forma y organiza las energías divinas y da
como resultado la creación propiamente tal.
Los antiguos conceptos gnósticos aceptaban que esta poderosa inteligencia
Superior era el Padre o Real Creador de esta manifestación, pero
detrás de el se encontraba la divinidad propiamente tal,.
El nivel del mundo de la creación esta comandado por las inteligencias
superiores llamadas arcángeles, de los cuales hay un representante
de acuerdo a la expresión de las energías divinas en cada
esfera, de igual manera que en el mundo arquetípico, cada emanación
o esfera correspondía a una representación de la divinidad.
Estos arcángeles en realidad, son una sola inteligencia de Creación,
que para fines didácticos los dividimos, de acuerdo a las características
que cada esfera representa.
En este plano, la esfera de la Corona se manifiesta a través del
Arcángel. METATRON, llamado el príncipe de las Fases. Y se
le puede imaginar o visualizar como un poderoso pilar radiante de luminosa
luz.
YETZIRAH: Mundo de los coros Angélicos o mundo de la formación.
El tercer mundo de la formación u Olam ha' Yetzirah, es aquel que
proviene del mundo de la Creación. Siendo aquí, las energías
menos sutiles, se acercan mas a la materia densa; también se multiplican
y diversifican. Se transforman en una infinidad de inteligencias que permiten
el funcionamiento de lo creado.
Podríamos decir, que el mundo de la Creación es un representante
de las ideas en la manifestación, y este mundo de la formación
es el producto de el en un grado más bajo y representa a las formas
que así se producen y que permite se sustente toda la creación.
El mundo de la formación posee todos los elementos (fuerzas y formas)
que establece la creación, en donde una vez mas se involucra otro
grado, al mundo de la acción de la materia o de la realización
(Olam ha Assiah).
Al analizar este mundo de la formación como un árbol de la
vida completo, vemos que se pierde la característica de inteligencias
únicas regentes de cada una de las emanaciones Divinas (Esferas).
Aquí se manifiesta las legiones, ejércitos o miradas de ángeles.
Ellos son los representantes del mundo de la formación. De tal manera
que nos comenzamos a adentrar en los campos de estudio de algunas disciplinas
científicas, específicamente aquellas que estudian el cosmos
la naturaleza y como funciona. Los científicos actualmente no aceptan
cabalmente la idea o el supuesto que detrás de cada energía
natural en el universo existen inteligencias que las guían; Sin embargo,
ya existen ciertos atisbos que finalmente les harán llegar a estas
conclusiones; por lo pronto se están planteando hipótesis
que llevan finalmente a las conclusiones que estas energías medibles
del cosmos, actúan en forma ordenada y como si siguieran un propósito.
Esto que recién la ciencia ortodoxa comienza siquiera a considerar,
la cábala ya lo conoce desde hace mucho tiempo, y estas inteligencias
justamente es lo que denomina ángeles.
Estos ángeles actúan tropel o en grandes grupos, ya que son
incontables las distintas energías y mecanismo que existen, en esta
creación y que permiten que esta se mantenga y le insuflan la vida
para que funcione adecuadamente.
Los ángeles son las Santas Criaturas Vivas. Estas santas criaturas,
que bíblicamente se representan en las formas de Toro, León
, Aguila y el Angel, estos se relacionan con los cuatro elementos formativos
de Tetragramatón; el principio activo, el principio pasivo, el neutro
y el principio de transición y que además corresponden a los
cuatro verbos herméticos.
Estos cuatro elementos esenciales se manifiestan durante toda la creación,
en sus diversas etapas y densidades.
ASSIAH: Mundo de la materia o mundo de la acción.
Finalmente ingresamos al cuarto plano de manifestación denominado
Mundo de la acción (Olam ha' Assiah), el ultimo paso o descenso de
la creación. Se mantiene todo lo logrado hasta el mundo de la formación,
simplemente se trasciende a la forma física, y se logra la completa
realización de toda la manifestación divina. Por esta ultima
razón, es que si bien es cierto, todos los mundos son de igual importancia
para lograr el objetivo en este ultimo donde se logra la completa culminación
de la manifestación de Dios. A partir de este mundo material, es
que nuevamente comenzará el ascenso a la Divinidad o el retorno de
Él.
Es en este mundo donde finalmente se logra la culminación de la gran
Obra de Dios, por ello el nombre de "Realización", y por
ello su importancia, porque toda obra debe necesariamente ser llevada a
la materia y no quedarse en simples ideas, sueños, anhelos o deseos,
porque de otra forma no se puede decir que se haya realizado realmente.
Alexander Safran dice en sus propias palabras: Nuestro mundo es inferior
al de los otros tres, desde el punto de vista de la espiritualidad, pero
al mismo tiempo es superior a ellos porque contiene la suma de la voluntad
que el Creador ha desarrollado, y continua desarrollando, en su obra de
la creación.
El mundo de la acción es en efecto, el mundo de la elección,
de la libre iniciativa, de la transformación y de la consumación,
El hombre es capaz de descubrir en él las intensiones del Creador
y de hacerse una idea de su voluntad.
"Mediante la Emanación, la Creación y la Transformación,
Dios ha establecido algo que antes no existía; por la acción
que ha reservado al hombre. Dios exige a este, "que termine" su
obra.
"El hombre que es la única criatura capaz de elevarse hasta
el Creador a través de todos los mundos, que es el único,
que puede hacer que todos los mundos se eleven hasta el Creador, y sin embargo,
es el que más alejado se halla de la fuente primitiva de la creación.
Y es que el hombre contiene en sí, la quinta esencia de los cuatro
mundos superpuestos; los reúne en si como si fueran cuatro plantas
de una misma cosa".
CONCLUSION
Cada esfera tiene asociada una virtud, en el caso de la Corona es Realización.
Toda obra además de comentar aquí, debe terminar en ella.
Todo debe ser ofrendado a la divinidad, debe ser efectuado en nombre de
la vida Una. No bastan las buenas intenciones, es necesario realizar obras.
Esto es lo que da sabiduría, es la única manera de aprender
y obtener autoridad en las distintas manifestaciones de la Vida.
Por lo tanto, es un decreto divino que todo ser espiritual que encarna en
este plano de manifestación, es un ave de paso, es un peregrino del
espacio y el tiempo, que esta en transito y que tiene una misión
que cumplir en la tierra.
Sin embargo, inmersos en el egoísmo y orgullo propios de los seres
humanos, la tan pretendida misión adquiere ribetes fantasiosos de
estrellato, fama y fortuna, y solo a partir de ahí, la proyección
de ayuda a los demás y hacia el planeta.
Sin embargo, la misión es simple, natural y evidente para quien tiene
los ojos y los oídos dispuestos a escuchar el llamado del ser espiritual:
Crecer, Desarrollarse, Evolucionar.
La inspiración del Rector de la Orden de Templos Operativos, Maestro
Serval es clara uy concluyente, el ser humano viene a la tierra a aprender,
a servir, a amar y a unir. El escudo de Armas del Circulo Aleph ilustra
esta cuaternaria inspiración, explicitándola.
Haciendo realidad estos cuatro principios, el ser humano evoluciona, reactivando
en cada encarnación los avances que hace en su viaje de regreso a
la Casa del Padre.