Esta imagen
representa a una mujer sentada muy seria, sin expresión en su cara,
que además está muy cubierta con sus ropajes, de modo que
sólo se pueden ver su rostro y sus manos.
Tampoco se ven sus pies, y esto nos sugiere como ya sabemos, cierta quietud
o resistencia a los cambios, sobre todo si vemos que la imagen esta mirando
hacia la izquierda (hacia el pasado). Toda ella es quietud y misterio o
reserva.
Esta imagen está asociada a una especie de historia religiosa que
supuestamente ocurrió entre los años 872 y 882, pero que fuera
conocida y comentada recién dos siglos después.
Según esa versión, una mujer habría ocupado el sillón
papal después de León IV, bajo el nombre de JUAN VIII. Esta
mujer llamada Juana gobernó Roma durante dos años, cinco meses
y cuatro dias, y quedó en descubierto su condición femenina
en una procesión en donde perdió el conocimiento cayendo de
su caballo al suelo debido a los dolores producidos por un inminente parto,
que finalmente se produce allí mismo ante el estupor de los feligreses.
La aglomeración humana se transformó en una horda descontrolada
por la furia y lapidó en ese mismo lugar a LA PAPISA y a su hijo.
Cierta o no, esta lámina nos sugiere historias de ocultamientos,
o temas reservados.
LA PAPISA lleva sobre su cabeza una tiara de tres capas similar a la que
veremos en el ARCANO Nº 5 (EL PAPA) y por sus colores y el sitio donde
está ubicada, estaría indicando conocimiento y dominio físico,
mental y espiritual, además de una circunstancia muy particular que
muestra el poder de su carácter, y es que dicho sombrero sobresale
del marco de la carta. (no ocurre con ningún otro arcano).
Debajo de la tiara podemos ver que no muestra sus cabellos, símbolo
de voluntad, sino un velo blanco. Ese velo, fue puesto por ella misma queriendo
sugerir que sus pensamientos son puros. Pero no es confiable esta apreciación,
ya que oculta su cabello.
Su vestido rojo que simboliza, dijimos, la pasión, las emociones,
los deseos terrenos, fue ceñido y tapado por una enorme capa azul
(las ideas, la mente, el intelecto). Ya podemos ver que ella quiere que
se la vea de una determinada manera. Esta capa nos indica que lo mental
está en primer término cruzada por una banda amarilla indicando
que lo espiritual en muy pequeña medida limita sus deseos terrenos.
Sobre su regazo hay un libro que no lee, indicando sus conocimientos sobre
los sentimientos humanos y materiales, y además sobre la cabecera
de su sillón hay un enorme manto color carne que parece dispuesto
a caer en cualquier momento sobre ella.
Dijimos que mira al pasado, por eso consideramos a este arcano como un estado
latente, en evolución muy lenta y segura.